¿Qué es un entrenador personal? Parece una pregunta sencilla, el responder qué se supone que es un entrenador personal. Pero, quizá, no lo es tanto hoy en día, donde esta figura profesional está envuelta de una imagen distorsionada de lo que realmente se debería valorar, como es su impacto en los escenarios de fuerzas llevados a cabo para entrenar, las directrices del proceso de trabajo y el abogar por obtener ganancias sin poner en riesgo a la persona, paciente o cliente, que se tiene delante, ni en las propias sesiones ni en cuanto a problemas físicos a futuro.
Una creencia confusa de lo que debe ser un entrenador personal
Por lo tanto, la visión e idea que se tiene de un entrenador personal en el conjunto de la sociedad es muy diversa, heterogénea y hasta confusa. Hay quienes creen que es, simplemente, una persona que te da una rutina de trabajo, en clave de un conjunto de ejercicios a realizar tantos días a la semana. Otras personas, que es alguien que te aconseja sobre ejercicios, nutrición, aspectos de coaching… Vamos, que te soluciona todos los problemas de tu vida, o está para ello.
Y gracias a esa heterogeneidad, pues casi que cualquiera puede considerarse un entrenador personal por el simple hecho de preparar rutinas de trabajo, individualizadas o no, dar asesoramientos sobre técnica de ejecución de ejercicios, copiar y pegar programaciones de culturistas o deportistas, entrenar a otras personas porque se tiene una imagen atlética o musculosa, cansar a las personas mediante actividad física o entrenamiento, contentar a los clientes buscando que consigan sus objetivos (la mayoría de ellos ligados a la estética o al rendimiento deportivo amateur), etc.
¿Qué es, entonces, un entrenador personal?
Huyendo de relacionarlo con un coach, pues es otra figura profesional, nosotros, lo tenemos claro, y la línea argumental va a ligar a estos profesionales con el ejercicio y la mejora neuromuscular.
Desde myofisix, creemos que la figura de un entrenador personal está ligada a un profesional del ejercicio. Y el valor y la calidad que te encontrarás en nuestros entrenadores (y fisioterapeutas) a la hora de llevar a cabo las sesiones de entrenamiento, va en esa línea. Es decir, un entrenador personal bajo nuestra visión y estándares sería aquella persona con los conocimientos suficientes como para tomar decisiones de forma constante sobre qué elementos del cuerpo trabajar, detectar disfunciones, etc. Con ello, trazar caminos de trabajo lógicos, llevando a cabo los cambios en el proceso necesarios para ser eficaz o resolver las problemáticas, a partir de lo que se observa, evalúa e información que recibe como feedback de la persona. De este modo, poder generar, de forma recurrente, potenciales mejoras estructurales sobre el tejido muscular esquelético, bajo una correcta función neuromuscular.
Perfil técnico y comunicador
Para cumplir con lo anterior, un entrenador personal debería dominar aspectos como la anatomía, la biomecánica, la fisiología, y que sepan entender la información que le aportáis y pueda explicar y haceros entender qué se está trabajando y porqué, en cada momento.
Porque, inherentemente, el ser entrenador personal debe ir acompañado del hecho de ser alguien empático, con don de gentes, que sepa comunicar y expresarse con facilidad, que tenga un discurso ni demasiado técnico ni demasiado vulgar, y que pueda generar tanto un clima de confianza en las sesiones de entrenamiento que, facilite la comunicación con el cliente o paciente, como una relación sana, honesta y sincera con esa persona para potenciar una relación duradera basada, también, en la confianza.
Si realmente quieres ver y sentir la diferencia y el valor que le damos al entrenamiento personal, poder conocer nuestra filosofía y valores, o resolver tus dudas, coge cita hoy mismo. Te lo agradecerás.