El peso libre es una muy buena herramienta, pero si se busca máxima eficiencia y seguridad, no es la mejor.
Nuestras razones para no usar el peso libre se basan en conceptos técnicos, de cuidado del ambiente de trabajo y de no tener que controlar a las personas que vengan a realizar entrenamiento autónomo.
Como aspectos técnicos se tendrían:
- Debido a su gran componente técnico a la hora de realizar los gestos, no es la mejor forma para poder focalizarse en una zona diana y resulta mucho más sencillo realizar compensaciones, más cuando aparece la fatiga a escena.
- La presencia de la gravedad hace que el perfil de resistencia siempre dependa de ella, con lo que normalmente no suele ser el mejor perfil de resistencia que se puede usar.
- Es complicado llegar a la intensidad suficiente para el “clic homeostático”, con lo que o suele tener un déficit de seguridad para la persona o se disminuye la eficiencia del entrenamiento al deber realizar más series.
- Conlleva un tiempo de aprendizaje motor para poder tener patrones correctos de movimiento.
De cara al ambiente de trabajo:
- Necesita de un espacio considerable.
- El nivel de ruido suele ser elevado.
- Se debe recoger el material usado.
Finalmente, el uso del peso libre requiere del control por parte de algún profesional de la persona que le da uso por todos los componentes citados anteriormente.
Por todo ello, decidimos prescindir del peso libre y centrarnos con la mejor maquinaria del mercado disponible tanto por perfiles de resistencia como por fricción.
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